Ayer (25-05-2025) vivimos algo que no se puede explicar solo con palabras.
Quienes estuvimos presentes en el Primer Encuentro Espiritual en Ferreira do Zêzere lo sentimos con cada parte de nuestro ser, no fue una simple reunión. Fue un acto sagrado.
Lo que quizá muchos no sabían es que el espíritu del río Zêzere me habló semanas antes del encuentro.
Me mostró su dolor, su historia, y sobre todo, su deseo profundo de liberación.
Quería perdonarse, quería dejar de cargar con siglos de memorias de dolor, quería volver a fluir con paz y libertad.
Y así fue.
Respondimos a su llamado, y lo escuchamos con el corazón.
Una historia silenciada que pedía ser transformada
Durante la canalización, el río me mostró fragmentos de su pasado.
Aproximadamente en el año 1300, hubo tiempos oscuros en estas tierras.
Guerreros crueles arrasaron con aldeas enteras, quemaron, torturaron, destruyeron familias y dejaron una herida profunda en la energía del territorio.
Esa violencia quedó impresa en la tierra, en el aire, en las piedras… y en el propio río.
Años después, cuando se construyeron las presas y se soltaron grandes cantidades de agua, un antiguo poblado fue completamente sumergido bajo el cauce del río Zêzere.
Muchas familias lo perdieron todo. Tuvieron que comenzar de nuevo. Las emociones de dolor, pérdida y abandono quedaron atrapadas allí…
Hasta ayer.
Lo que hicimos juntos
Con todas las almas presentes —y también con las que no pudieron venir pero se conectaron desde la distancia— realizamos un trabajo profundo de armonización energética.
Liberamos las energías atrapadas en el río, tanto de su historia más reciente como de su pasado más lejano. Acompañamos a las almas de personas que se habían ahogado y que no habían hecho bien su tránsito. También lo hicimos junto con la Madre Tierra, los animales del río, la flora, los árboles, los cuatro elementos y los elementales de la Tierra como gnomos, hadas, duendes, dragones, ninfas y otros seres sutiles que nos acompañaron en este proceso.
Además, trabajamos en las líneas del tiempo.
Armonizamos el pasado, el presente y el futuro del río Zêzere.
Desde los eventos violentos del siglo XIV, hasta la liberación emocional de las familias del poblado sumergido, todo fue atendido.
Y también sembramos un nuevo futuro, uno en que el río será un canal de reciclaje constante, de energía viva, que vibrará en paz, alegría, libertad y armonía.
El mensaje del río y lo que ahora permanece
Una vez terminado el trabajo, el espíritu del río nos dio las gracias.
No con palabras… sino con una vibración profunda, suave, llena de luz.
El río Zêzere ahora está en paz.
Y quien se acerque a él desde este momento, ya no encontrará memorias atrapadas…
Encontrará luz, ligereza, fluidez, felicidad.
Este trabajo no se borra.
No es un evento puntual.
La armonización permanece en el tiempo.
Y tú, si estuviste presente, formas parte de esa historia.
Podrás decir un día que fuiste parte de la sanación del río Zêzere, y que ayudaste a transformar su dolor en luz.
Un mensaje para los que estuvimos presentes
Querida alma,
Quiero darte las gracias, de corazón, por haber estado presente ayer en el Primer Encuentro Espiritual en Ferreira do Zêzere.
Fue un día grandioso.
Un día en que no solo nos encontramos como seres humanos…
Nos unimos como conciencia colectiva para armonizar un lugar sagrado que llevaba tiempo pidiendo atención.
El río Zêzere guardaba memorias profundas.
Energías antiguas, emociones atrapadas en sus aguas, en sus orillas, en el aire del propio pueblo.
Y entre todos —con respeto, intención y presencia— lo ayudamos a liberarse.
Pero no estuvimos solos.
Además de cada alma presente físicamente, también nos acompañaron quienes deseaban venir y no pudieron.
Estuvieron con nosotros los animales del río y sus alrededores, la flora, los árboles, la tierra viva, los cuatro elementos —agua, tierra, viento y fuego—
Y los elementales: gnomos, hadas, ninfas, duendes, dragones y tantos otros seres sutiles.
La Madre Tierra también estuvo presente.
Y nos regaló a cada uno un mensaje.
Guarda eso como un tesoro, porque lo es. Porque vino directamente desde ella, para ti.
A la vez, armonizamos energéticamente los árboles centenarios de Lopera, en Andalucía, cuya existencia estuvo en riesgo.
Ahora ese lugar está protegido, envuelto en conciencia.
Y también tú, alma hermosa que estuviste allí, liberaste algo.
Cada persona tuvo su momento. Un espacio para soltar lo que ya pesaba, lo que estaba listo para marcharse.
Y al hacerlo… recibiste también una sorpresa de la Tierra. Un regalo vibracional, íntimo, único.
Gracias por decir “sí”.
Gracias por estar, por confiar, por formar parte de este día que ya quedó grabado en la memoria del lugar… y del corazón.
Muy pronto compartiré la fecha del próximo encuentro.
Con inmensa gratitud,
Xavi Vall.