Las lesiones son parte del deporte. Pero lo que muchas veces no se aborda lo suficiente es el impacto mental y emocional que estas dejan en los jugadores. Más allá del dolor físico, están los pensamientos persistentes: “¿Volveré a jugar como antes?”, “¿Qué pasa si me lesiono otra vez?”, o “¿Podré recuperar mi mejor versión?”.
Este artículo es para aquellos jugadores que han sentido el golpe no solo en su cuerpo, sino también en su mente.
La batalla silenciosa de volver al juego
Cuando un jugador regresa después de una lesión, a menudo se encuentra luchando con algo más profundo que la recuperación física. Falta de confianza, miedo al fracaso, y la sensación de que algo dentro de ellos ya no es lo mismo.
Estos bloqueos suelen manifestarse de formas sutiles pero poderosas:
- La duda constante: Cuestionarte cada movimiento, cada decisión, y cada jugada.
- El miedo al dolor: La idea de que una lesión similar podría ocurrir de nuevo, limitando tu capacidad de entregarte completamente.
- La frustración interna: Sentir que no puedes replicar ese nivel de juego que solías tener, como si tu mejor versión estuviera atrapada en el pasado.
El problema no siempre está en el cuerpo
Aunque la rehabilitación física es crucial, el verdadero desafío suele ser mental y emocional. Muchas veces, esos bloqueos están ligados a las experiencias vividas durante la lesión: el momento en que ocurrió, el tiempo perdido, las oportunidades que quedaron en pausa. Todo esto crea una huella en tu subconsciente que te mantiene atado al miedo y la frustración.
Para volver a jugar con confianza, necesitas más que músculos recuperados. Necesitas sanar las emociones asociadas a la lesión y reconectar con esa versión de ti mismo que sabía cómo dominar el juego.
Volviendo al pasado para recuperar tu mejor versión
Uno de los enfoques más transformadores para jugadores en esta situación es trabajar en un viaje interno hacia el pasado. Es un proceso en el que te reconectas con:
- Tus mejores momentos en el deporte: Visualizar esas jugadas, esa fluidez, y ese estado mental en el que te sentías imparable.
- Las emociones positivas que acompañaban tu juego: La confianza, el entusiasmo, la determinación.
A través de este trabajo, no solo recuperas recuerdos, sino que integras esas sensaciones en el presente, ayudándote a transformar tu estado mental actual.
La clave está en liberar los bloqueos
Para muchos jugadores, esos bloqueos no son solo mentales, también son energéticos. Las emociones de miedo, frustración o culpa pueden quedar atrapadas en el cuerpo, afectando tu desempeño sin que te des cuenta. Al liberar esas emociones y armonizar tu energía, creas un espacio para que tu confianza, creatividad y fluidez en el juego vuelvan a emerger.
Cómo puede ayudarte una sesión conmigo
Como canalizador a través de la mediumnidad, trabajo contigo para identificar los bloqueos que están limitando tu juego. En nuestras sesiones:
- Volvemos al momento de la lesión para liberar las emociones atrapadas.
- Reconectamos con tu mejor versión, esa que sabía cómo rendir al máximo.
- Sanamos los miedos y las inseguridades que te impiden entregarte plenamente en el juego.
- Trabajamos energéticamente para devolverte la confianza en tu cuerpo y tu mente.
Este proceso no solo te ayudará a recuperar tu nivel de juego, sino que te dará herramientas para afrontar cualquier desafío futuro con una nueva perspectiva.
Un mensaje para ti
Si estás leyendo esto y te sientes identificado, quiero que sepas que es posible volver a ser ese jugador que un día fuiste, e incluso superar esa versión. El primer paso es reconocer que tu recuperación no termina con el cuerpo, sino que incluye tu mente, tus emociones y tu energía.
Agenda tu sesión ahora
Trabaja en esos bloqueos y recupera tu confianza, agenda una sesión conmigo para explorar lo que te está limitando y vuelvas a disfrutar de tu juego en el deporte.