Me encanta atender a este cliente porque siempre me trae un cuento bueno para seguir mejorando mi comprensión en el portugués.
El hombre habla enredao, casi ni le entiendo hablar…
Creo que habla en otro dialecto del portugués, me viene bien porque así aprendo mucho mejor.
Sin embargo, cuando este señor me habla mi mente va tejiendo la red como la telaraña.
Y así voy creando la historia que creo que me está contando.
Este hombre se me parece a Don Juan el del libro de Carlos Castañeda, muy sabio, me da esa percepción.
Sigo.
Pues mientras le corto el jamón serrano me dice:
«Tengo un amigo que fue a una tienda de animales y le vendieron comida gourmet para su gato… Según le decían, era mejor que muchas comidas para humanos por lo buena, nutririva, le vendieron latas de mousse de pescado, de atún y de pollo decía que su gato no volvería a maullar para pedirle de su comida»
Y sigue hablando:
«Mi amigo impresionado por estas latas gourmet probó una y le encantó…»
Por último, tocándose el codo, como diciendo que es un tacaño, agregó:
«Ahora sólo come comida de gatos, jajajajajajaja, que además de buena, es barata jajajajajajajajaja»
No sé si la historia sea cierta, pero este hombre me la contaba con gran entusiasmo y muchas risas.
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